Pasaron demasiadas cosas, en su gran mayoría esperadas, pero no por eso menos dolorosas y olvide que quería ser feliz, olvide que tenia que hacer felices a los demás.
Ahora continúan dándose hechos que anulan una parte de mi, pero entonces tarareo,
"y tú, y tú, y tú, y solamente tú
hace que mi alma se despierte con tu luz
y tú, y tú, y tú..........
Hace que mi cielo
vuelva a tener ese azul,
tintas de colores
mi mañana solo tú"
Y casi por arte de magia, olvido todo, todas las tardes cuando mi otra agenda comienza recogiendote en la guardería y continua con el colegio de tus hermanos, el parque, las cenas, los baños, las carreras, las peleas, entonces se que soy feliz, inmensamente feliz y que no puedo pedir mas de lo que tengo porque estáis aquí y porque si mi gordo mayor me pregunta si llegaré pronto para recogerlo del colegio, mi respuesta es siempre si.
Gonsajo septiembre 2011 |
3 comentarios:
qué bonita entrada y me encanta la foto!
La mayor felicidad es la que los hijos nos dan.y por lo que veo en la foto,en tu caso,por triplicado!.un beso y a ser feliz!
Es cierto, pero lo olvide.
Mis gordos son mi mayor felicidad ( ahora el papa se enfadará porque no le incluyo, je, je...)
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